Salud materno infantil de pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina:una relectura desde el enfoque de derechos

La salud materno infantil es una prioridad en todos los países del mundo y constituye un aspecto central de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Además, existe consenso internacional de que trasciende la esfera sanitaria y se constituye en un tema de derechos humanos básicos. Lo anterior representa un desafío importante para los salubristas y planificadores sanitarios que se han abocado a elaborar metodologías para promover y garantizarla en el marco del derecho a la salud, especialmente entre los más grupos más vulnerables y vulnerados, como son las poblaciones indígenas y afrodescendientes. En esta línea, el presente trabajo proporciona un panorama regional sobre la salud materna infantil de los pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina, desde el marco de los determinantes sociales considerando el papel crucial que tiene el contexto sociopolítico en las condiciones de vida de estos pueblos. Así, se revisan los derechos colectivos fundamentales que habría que garantizar para mejorar la salud otorgando un énfasis particular al derecho a la autonomía y a la integridad cultural. Acorde con este enfoque se presenta un panorama sobre la salud de la mujer, con especial preocupación por la salud reproductiva, así como la salud infantil; finalizando con el análisis de la mortalidad en la niñez e infantil. En cada tema se presenta la información cuantitativa desde una perspectiva de salud pública y se contextualiza la interpretación de la misma considerando la perspectiva intercultural. Se han utilizado indicadores de salud materno infantil basados en información recogida en la ronda de censos de 2000 y encuestas de demografía y salud. Un aspecto a destacar es que este estudio ha sido posible por la incorporación de la identificación étnica en estos instrumentos de recolección de datos. Los resultados muestran que si bien la situación de las mujeres de América Latina ha presentado innegables avances en la región, las mujeres indígenas y afrodescendientes presentan importantes brechas de equidad respecto del resto de ellas. Esto es evidente en el acceso a planificación familiar, en la atención del parto de las madres de pueblos originarios, así como en la cobertura de inmunizaciones y prevalencia de enfermedades asociadas a una mayor mortalidad en sus hijos(as) en ambos grupos. Desde el enfoque de derechos estas inequidades son evidencia de la falta de cumplimiento de ellos y revelan una situación de menoscabo en el acceso a la atención de salud, como de limitada accesibilidad cultural de los programas de salud materno infantil. Una tendencia similar muestra el análisis de la mortalidad infantil y en la niñez, expresiones de un ambiente adverso para el crecimiento y la vida. En efecto, los resultados de este estudio muestran una sistemática sobre mortalidad de los menores indígenas respecto del resto de la población. Además se constata una situación de heterogeneidad en la intensidad de la mortalidad, según países. En el caso de la población afrodescendiente, para los seis países analizados, el patrón de la mortalidad es dispar: hay países donde existen importantes diferenciales, y otros donde las probabilidades de supervivencia no muestran diferencias entre afrodescendientes y el resto de la población. También la probabilidad de morir de menores indígenas varía según zona de residencia, y pueblos e incluso al interior de éstos; el riesgo más bajo, se observa en menores que residen en las ciudades. No obstante, en algunos países la brecha entre indígenas y no indígenas se acentúa en los espacios urbanos. Por otra parte, si bien la tendencia general en la mortalidad infantil y en la niñez en los pueblos indígenas (censos de las rondas de 1990 y 2000) es a la disminución, en algunos países hay zonas (principalmente rurales) donde las brechas incluso se incrementan. Se concluye que todos los indicadores analizados son una elocuente expresión del menoscabo que sufren los pueblos indígenas y afrodescendientes en el contexto de las sociedades latinoamericanas, y éstos deben ser entendidos como resultado de brechas en la implementación de sus derechos fundamentales a la salud, la vida y la supervivencia cultural. Considerando lo anterior, existe la necesidad urgente de desarrollar estrategias de salud comprensivas y pertinentes, con la plena participación de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Asimismo, se perfila como una prioridad mundial el reposicionar la salud desde un enfoque de determinantes sociales estructurales, promoviendo el efectivo cumplimiento de los derechos humanos individuales y colectivos de estos pueblos, eliminando la discriminación y redistribuyendo el poder político y económico en la búsqueda de un mundo más diverso y equitativo. Finalmente se presentan algunas orientaciones para acciones futuras en materia de salud materna, salud infantil y mortalidad temprana. Así se señala que para cerrar las brechas de implementación de los derechos y alcanzar con equidad los Objetivos de Desarrollo del Milenio no basta con aumentar la cobertura del sistema de salud oficial; es necesario, además, implementar programas específicos que, partiendo del reconocimiento de los derechos en salud de los pueblos indígenas y afrodescendientes y basados en el principio de la autodeterminación e integridad cultural, promuevan estrategias de salud materno infantil con la plena participación de los pueblos involucrados, considerando sus propias cosmovisiones y modos de entender la realidad y lenguajes particulares



Naciones Unidas, 2000-2013. CEPAL Comisión Económica para América Latina.

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